domingo, agosto 20, 2006

Diario de un voluntario al ICM 2006

Me he hecho un blog para narrar lo que allí acontezca. Ahora lo linkaré y lo modificaré.

Diario de un voluntario al ICM 2006

lunes, agosto 14, 2006

Ese lugar en el mundo (2a parte)

Anoche al acostarme podía ver la Luna desde mi cama. Era media luna brillante, muy blanca. Me quité las gafas y se convirtió en una mancha blanca, borrosa. Entonces supe que en la noche fría que me esperaba las pesadillas me asaltarían. Así que como discutí una semana antes -o dos-, me puse a escuchar las variaciones GoldBerg para irme a dormir. Como bien se dice en la wikipedia:

Según explicó Forkel, en la biografía de Bach que publicó en 1802, las variaciones le fueron encargadas por el conde Kaiserling para que el clavicordista de su corte –Johann Gottlieb Goldberg– le entretuviese con ellas durante las noches de insomnio del conde, haciéndole tocar al joven Goldberg una u otra de las treinta variaciones. El conde recompensó de forma generosa a Bach con un grial de oro que contenía un centenar de louis d'or, el equivalente a 500 táleros, casi el sueldo de un año como cantor de Saint-Thomas. La obra ha llegado a ser una de las piezas más apreciadas por los amantes de la música clásica.


Aquí las pongo, para demostrar una vez más que en este Caos Infinito mal llamado Internet, está todo todo todo y eso cuando me da por recordarlo me provoca una felicidad similar a la que experimentaba en mi niñez -ya fuese con Dragon Ball o jugando en el parque-.


Después de escuchar las variaciones Goldberg en su versión del año Naranjo, recordé ese lugar en el mundo. Pronto se cumplirán dos años de uno de los momentos más auténticos que he vivido. Más que por lo que pasó, es por lo que sentí. El lugar es lo de menos. Al principio siempre iba conmigo, lo tenía muy presente. Intenté enseñárselo a los que tenía más cerca, pero ellos no podían comprender. Y eso me entristeció. Después pensé que lo que sentí allí era una ilusión, un espejismo. Y si eso que tan auténtico fue en su momento se estaba tornando una ilusión, ¿dónde quedaba todo lo demás? Nada valía la pena.
Ahora estoy contento por que al observar esa luz blanca, pude volver a ver esa montaña nevada. Y era auténtico. Real. Como el niño que bajaba corriendo y que no entendió una palabra de lo que le dije. El mismo niño que repetía su nombre como una letanía. Siempre he apreciado la reiteración.

Para mi esto funciona así. Los lugares especiales en el mundo para uno dependen exclusivamente de uno y de algunas circunstancias -inesperadas y fascinantes-. La geografía suele ser lo de menos. Suele importar más la companía. Puedes irte a la otra punta del mundo y que sea mucho más especial una visita al bar de la esquina -sobretodo por la camarera-.

Quizás por eso le tengo tan poco apego al lugar en el que he vivido hasta estos últimos tiempos convulsos: mi casa. Mi habitación se ha ido convirtiendo cada vez en una estancia impersonal que está anclada en el pasado, y esa persona del pasado ya no soy yo. Sólo un par de cosas que hay en ella concuerdan conmigo hoy en día. El estar anclado en el pasado es un error muy grave; pero el recordar esos lugares especiales en su momento puede llegar a ser maravilloso.


Soy Michael Scofield y SÉ lo que debo hacer. La salida de este Infierno la tengo tatuada en el Alma. Sí, ya sé que eso no existe, pero ya no me queda piel. Vuelvo a finales de Agosto, hijos de Fox River.

Los lugares, las personas, los acontecimientos pasados te son devueltos por una canción, una imagen, una palabra. Que te aporten esa sensación de sentirte alegre por haber cruzado tu vida con ellos es cosa tuya. Exclusivamente.

Escuché el otro día esta canción en un antro. Trae recuerdos y por eso la pongo. Respeto.
Michael, caro mio, ¿te encargarás de la famiglia cuando yo no esté?

El Lunes vamos al Congreso Internacional de Matemáticas de voluntarios. El Martes dan las medallas Fields. Si puedo postear desde allí, mejor. Ya veremos.
Después de eso, empiezo a trabajar. A ver si puedo conciliar el sueño por las noches de una vez.

domingo, agosto 13, 2006

El milenarismo va a shegar

Hércules pasó sus pruebas.

Asterix y Obélix también pasaron sus pruebas en aquella película que no sé si venía de un libro o no -éste no lo tengo a pesar de ser el coleccionista number one de Asterix-.


Leed entre líneas y encontrareis la Verdad

Los del juego de la oca también pasaban pruebas.

Yo también he pasado pruebas. Unas pruebas que no relataré porque sería entrar en terreno pantanoso y la mayoría de la humanidad que me lee no entendería. Pruebas a veces dadas y a veces autoimpuestas con el único objetivo de hacerme más fuerte. Zenkai power, zenkai power repite la voz en mi cabeza. Cierro mis párpados y visualizo al gran Vegeta pidiéndole a Son Gohan que le hiera para que luego Dende lo cure.


Maleït fill de'n Kakarot, no em toquis les boles

Soy Elessar y los herreros que han de reforjar la espada están de vacaciones. Vacaciones élficas. Malditos hijos de las vacaciones remuneradas de Ilúvatar. No sé si alguien se hace a la idea de lo que significa esto.

Cerrado por vacaciones. A tu casa, Dúnedan.

La cuestión es que no se puede vivir anclado en según que preceptos vitales. Ahora veo a Morfeo, susurrándome con dulzura: "Libera tu mente". Y yo le respondo seco, brusco y sin miramientos: "Eres más crédulo que el hijo de Marco y Heidi"

Seguiré venerando a la gran Diosa en busca de respuestas...

Mírame a los ojos, ¿quieres ser mi Hanibal Smith?

Y escucharé a la Callas, lamentándose en alguna ópera por la desdicha de haber puesto su vida junto a la de Aristóteles. Onassis: quiero casarme con tu nieta Atina. Eso es mejor que el Euromillones.

El día de mañana seguiré luchando contra los que se alimentan de la magia para convertirla en Nada. Nunca seré un Hombre Gris. Me gustan las tortugas. Siempre.

Ara ens fotrem una pizza amb el mestre Estallicó


El síndrome de Stendhal acecha en los lugares más recónditos y en los momentos más insospechados. Mi corazón palpita, se me nubla la vista y caigo rendido a tus pies, Afrodita.

Acuéstate a mi lado Oh Oh Oh.

martes, agosto 08, 2006

Ibiza

Aunque ha sido poco tiempo y no he visto todo lo que querría haber visto, me ha encantado. La compañía, muy buena: Maria, Mipaz, Juanjo, Xevi y Marcel. Las calas preciosas. Dimos muchas vueltas y vimos muchas playitas. Me quemé, pero no fui quien lo pasó peor con el sol.
Cuando me aburra -y las tenga- colgaré las fotos.

La fiesta muy bien. Yo habría sido bastante insaciable en este aspecto, así que haber tenido un contrapunto de mesura y control pues ha estado muy bien. De las grandes discotecas, estuvimos en Pacha y eso es espectacular.

Cuelgo una foto del regreso a Sant Antoni después de esa noche, muy bien acompañado.
No cuento mucho más, que creo que me he excedido un poco. Sigo con mi política -absurda y criticable- de que las cosas buenas me las guardo. Y en este viaje hubo muchas cosas buenas. Muchísimas.