Buscando hedonismo...

Mira, escribo en el blog por placer. No cuento nada, sólo me desahogo. Escupo lo que pienso y no me preocupa donde salpique. Es una buena terapia. No me lo ha recomendado mi psicoanalista. A veces pienso que si tuviese alguno, me encerrarían. Explicar lo que me pasa por el alma -si eso es algo a parte de mi mismo: a mi que me registren- es lo que debo hacer. Y punto.
"Aprieta la mandíbula, cierra los puños y enfréntate a todo". Me pongo a escuchar a Jorge Drexler y me dice que todo se transforma. Que lo que das, lo recibes y lo que has recibido pues debes darlo. Pues sí, todo se transforma; y eso es bueno.
Me paro a pensar en las cosas buenas que tengo, que he vivido y que me quedan por vivir, inspiro y me jode profundamente haberme sentido tan mal conmigo mismo y con mi gente.
"Más allá de la sombra, existe un mundo que asombra" Vuelvo a notar esa sensación que tanto me gusta. Pasitos de bebé y mañana será otro día.

Escribir en un blog, no es como un diario. Es algo más. Es compartir, es explicar, es abrir una ventana a tu mundo -¿quién va a mirar dentro?- a la vez que -en mi caso, hasta el momento- observarte a ti mismo. No explico lo que hago en todos los posts, ni lo que leo; ya lo dejo bien claro: son pensamientos inconexos. Publico cualquier cosa que me apetezca publicar y con el único criterio editorial de "en ese momento me apetecía". Es un ejercicio diario bastante divertido -a ver cuando se cansa este inconstante-.

Ya está encargada la camiseta con el "I'm blogging this at http://spin82.blogspot.com"

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Hace unos días he estado recordando tiempos de infancia y no tanta infancia, historias de gamberrismo en el parque y colegueo. En el pasado y en tus calles a veces percibes pequeños detalles que te recuerdan que no les falles. ¿A quién? Pues a quien va a ser.