El libro de las ilusiones
Paul Auster, una vez más. La historia en la historia. Metanarración desgarradora: real como la vida misma.
De la sinopsis de la contraportada:
"David Zimmer, un escritor y profesor de literatura de Vermont, ya no es ni la sombra de sí mismo. Se pasa los días bebiendo y cavilando sobre el último instante en que su vida aún podría haber cambiado, el minuto aquel en que su mujer y sus hijos todavía no habían subido al avión que estalló. Hasta que una noche, mirando casi sin ver la televisión, y por primera vez tras seis meses de deambular en el vacío, algo lo hace reír. El causante del ínfimo milagro es Hector Mann, uno de los últimos cómicos del cine mudo. Y David Zimmer descubre que aún no ha tocado fondo, que todavía quiere vivir. Comenzará entonces su investigación para escribir un libro sobre Mann, un joven, brillante, enigmático cómico nacido en Argentina, una de cuyas últimas películas, Don Nadie, cuenta la historia de un hombre a quien un pérfido amigo convence de que beba una poción que lo hace desaparecer. Y anticipa la propia historia del actor, que hace sesenta años se desvaneció sin que jamás se supiera nada más de él, ni apareciera su cadáver. Zimmer consigue acabar su libro y lo publica, y tres meses después recibe una carta de una mujer que afirma ser la esposa de Hector Mann, y lo invita a que vaya a verlos a ella y a su marido a Tierra del Sueño, en Nuevo México. Zimmer le pide pruebas, piensa que puede ser una impostora, o una chiflada. Hasta que una noche, una extraña joven llama a su puerta y, amenazándolo con una pistola, lo obliga a acompañarla..."
La noche del oráculo me encantó pero el libro de las ilusiones me ha fascinado. El tocar fondo -tema recurrente en mis últimas lecturas-, la redención a través de la creación o en sus múltiples facetas y ese personaje "mágico" que es Hector Mann, humano ante todo. La devoción de Auster por el cine se hace patente. Te enamoras del cine mudo de Mann, con lo que es prácticamente un ensayo sobre éste. Pero luego hay más. Para aficionados al buen cine este libro es un regalo.
Y luego está la historia de Zimmer, bueno no desvelo más. Me ha encantado también las múltiples referencias a Chateaubriand y sus "Mémoires d'OutreTombe".
Este libro es muy bueno. Si alguna vez cae en vuestras manos, no lo dudeis. Es duro, pero Auster os enganchará.
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