Hard day's night -actualizado

Lo peor de todo no es acabar el último cuando tu intención era volver a casa pronto. Lo peor no es deberle favores a crápulas sin escrúpulos -jeje-. Lo peor no es perder la noción del espacio-tiempo debido a un mano a mano de tequilas. Lo peor no es que al salir del mismo antro de siempre tengas discusiones filosóficas sobre la muerte expresando opiniones bastante subidas de tono. Lo peor no es meterte en un bus cualquiera -al menos paraba cerca de casa: L95- después de "pasear" por el centro de Barcelona sin saber por que. Lo peor no es dormirte en el bus -una vez más. Lo peor no es despertarte en el km 15 de la Autovía de Castelldefels. Lo peor no es bajarse sin saber por qué. Lo peor no es deambular durante un buen rato a las 8 de la mañana entre mansiones y urbanizaciones hasta encontrar algo útil que hacer con tu vida. Lo peor no es encontrarse a alguien en la parada del bus -sentido contrario. Lo peor no es saber quien es. Lo peor no es volver a coger el bus y dormirse otra vez. Lo peor no es la caminata que te esperaba para volver a casa. Lo peor no es que te persiga un perro. Lo peor no es cruzar la vía del tren con tren. Lo peor no es como te mira la gente por la calle. Lo peor no es llegar a casa cuando el mundo ya está en pie. Lo peor es que la cama está fría. Fría, fría, fría.
La próxima vez duermo con una manta eléctrica.

Escucho "I miss you" de Blink182

Actualización: (por que que vueltas - de campana- da la vida y no sé por que no me he partido el cuello en una de ellas)
Lo peor no es pensar a la mañana siguiente que te han robado la cartera - y comprobar que no es así-. Lo peor no es pensar durante un breve instante lo que te podía haber ocurrido por tu maldita narcolepsia -malo, seguro por que te pase algo bueno por quedarte dormido en un bus es dificil-. Lo peor no es ser un maldito zombie malhumorado durante día y medio. Lo peor no es darte cuenta 3 días después que te han robado el dinero, el billete de metro y la tarjeta de crédito. Lo peor no es que te de un ataque de pánico al pensar que en 3 días, al comprobar los malditos cacos que esa tarjeta no era anulada, pueden haberte vaciado la cuenta corriente -tal cual. Lo peor no es pasarte la mañana de tu último examen de telecos entre bancos y policías, extractos, anulaciones de tarjeta y denuncias -que se deberán realizar debidamente mañana. Lo peor no es pensar que te podría haber pasado de TODO -¿cómo narices me quitaron la tarjeta de la cartera del bolsillo interior de la chaqueta?- y darte cuenta que únicamente te han robado 40 euros en billetes de metro -como no.
Lo peor es que te mires los pies y veas que el barro te llega hasta las rodillas, que esto te sea tan familiar como el respirar, y que sepas, ante tal situación, dos cosas: si intentas correr te hundirás más rápido y si te quedas quieto te hundirás poco a poco, hasta que el lodo te entre en los pulmones. Sólo te queda esperar que el tiempo cambie y el sol seque la ciénaga.

Si alguien lee esto y me conoce, una sola cosa: hoy no es 28 de diciembre. ¡Qué asco!