miércoles, diciembre 07, 2005

Vuelta al trabajo

Después del viaje a Nice y la visita a Nai, éstas son las secuelas:

-Me abrí la cabeza con la estantería de su zulo -cosas de dormir 4 en un espacio taaaaan reducido
-Protagonicé una pelea a lo Dragon Ball contra un Furby endemoniado -no callaba-. Solución: meterlo en la nevera -eso lo hizo el dueño, no yo.
-Experimenté trastorno bipolar durante algunas etapas del viaje y saqué de sus casillas a la más calmada de las personas -por eso: disculpas-.
-Invité a alguien a la fiesta naranjita del 23 de diciembre.
- Dormí bucólicamente en la montaña:
después de un reencuentro en soledad con la montaña -vamos que me quedé solo-, lo cual me recordó cierta experiencia similar en Perú -con sus consecuentes reminiscencias emocionales-.
-El francés: bien, gracias
-La familia Grimaldi: bien, gracias (y por cierto: Rainiero sigue vivo)
-Me lo pasé bien y esto es lo importante (aunque lo del trastorno bipolar...)

Este soy yo hoy:
Con mi katana -imaginaria snif!- y mi armadura; mi brecha en la cocota y mi ipod; y con mi aureola de angelito -ja ja-. La armadura es algo de lo que me gustaría prescindir la verdad -metáforas son metáforas-.
Y ahora la vuelta al curro con más fuerza y ganas, que se acercan fiestas del trabajo: Navidad y Reyes -anda que no: Papa Noel y los Reyes: reyes de los currantes-. Visto que esto de los google-ads no hace que uno se forre...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Anda que... trastorno bipolar... ya te vale perro, que si las asics esas, que si el taichi...

cuando te vea te meto una paliza del mil...

Anónimo dijo...

Que es eso del trastorno bipolar?!?! quiero más detalles!!

Jabot a.k.a. hombre encerrado en un apartamento de estudiantes por enfermedad de la visitada

spin dijo...

Coño el trastorno bipolar: cambios de humor repentinos y rayada al prójimo constante. Pasar de la alegría a la pena.